Muy buenas a todo el mundo, soy Rulhistorier y en esta ocasión vamos a comentar la película de Bernardo Bertolucci El Último Emperador de 1987.
*Advertencia: Los nombres chinos que pongo a lo largo de la entrada están enunciados según la onomástica china, primero el apellido y luego el nombre de pila, ya que en China esa es la costumbre. Por tanto, por ejemplo en Mao Ze Dong (o Mao Tsé-Tung), el apellido es Mao y el nombre, Tsé-Tung.
La película fue ganadora de nueve Premios Óscar en la edición de 1988: “Mejor película”, “Mejor guion basado en material de otro medio”, “Mejor dirección artística”, “Mejor banda sonora o música” para David Byrne y el japonés Ryuichi Sakamoto, amplia y mundialmente reconocida la banda sonora; “Mejor sonido”, “Mejor vestuario”, —todos los actores y actrices van caracterizados cómo iban tradicional, informal o formalmente vestidos los pueblos a los que representan en la trama de la película y muy bien o muy cercano a cómo se vestían: manchúes, chinos, japoneses, soviéticos…—, “Mejor fotografía” y “Mejor montaje”; y que narra la vida, es un biopic, de Puyi, el último emperador del Imperio Chino antes de pasar a ser este una República y por ende en su caso, una nación.
Por lo tanto, Puyi fue la última persona en ostentar un título que representaba al rector de un orden milenario en China, interrumpido en varios periodos de su larguísima y antiquísima historia, pero que existía desde que en el siglo III a.C cuando, mientras cartagineses y romanos peleaban en Europa, el rey Zheng (pronunciado Chen) del Estado chino de Chin, se convirtiera con el nombre de Qin (pronunciado chin) Shi Huang Di en el primer emperador de China, al incorporar a su reino los demás territorios chinos y crear el primer Estado Chino unido de la Historia.
Bernardo Bertolucci, este director italiano que parece tener predilección por Asia, pues no es la primera película de él que comento aquí en el blog, pues ya comenté, los que me seguís siempre quizá lo recordéis, un fragmento de otra película suya que también versa sobre Asia, El Pequeño Buda, sobre un niño americano, que es posible que fuera el elegido como el siguiente Lama. Bertolucci recibió el Óscar al Mejor Director en esa misma edición por El Último Emperador.
Así que no sólo voy a comentar en esta entrada una película más que, como las anteriores, nos permitirá comprender cómo una zona que hoy es el centro económico del mundo se empezó a transformar en lo que actualmente es, un espacio lleno de potencias. Es una película que, al igual que las otras dos que tengo pensado comentar, La Guerra del Opio y 55 Días en Pekín, refleja cómo un país gigante como China, tercero del mundo en extensión y hasta hace poco, primero, ahora segundo, en población, sentó en parte en todos estos acontecimientos, las bases para transformarse con Deng Xiaoping, ya a finales de los 70, en una potencia mundial. También, esta película permite repasar toda la historia contemporánea de China, pues al reflejar toda la vida de Puyi, refleja acontecimientos tales como el surgimiento del nacionalismo chino y por ende de su identidad nacional, la conversión en República y en nación, el papel de China en las dos guerras mundiales, la anterior anexión rusa temporal de Manchuria, que Puyi menciona; y en el Periodo de Entreguerras (1918-1939), la invasión japonesa, la polarización de la sociedad con el surgimiento del Partido Comunista, la guerra civil, el triunfo del bando chino comunista, el ascenso de Mao Zedong al poder o su Revolución Cultural.
Además, siempre pongo películas que son obviamente, de temática histórica, estén premiadas o no, o más premiadas o menos, pero en este caso, temática al margen, también estamos hablando, como reflejan los premios mencionados, de una obra maestra del cine, del séptimo arte, y repito, no lo digo yo, aunque esto siguiente sí: y que cualquier cinéfilo/a que se precie de serlo debería tener en su colección. Un clásico con mayúsculas e independientemente de su temática, un peliculón. Por tanto, aunque la introducción haya quedado larga, había que decirlo.
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| Portada de la película (Cambio Político) |
Sin más preámbulos, voy a empezar a comentar la película. La película comienza con un tren deteniéndose en una estación de la frontera entre la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS, abreviatura de Unión Soviética, en concreto, de la República Socialista Federativa Soviética de Rusia, es decir, la actual Rusia cuando estaba dentro de la URSS) y la región china de Manchuria en 1950. Y en esta escena vemos que el tren tiene un rastrillo en la locomotora, ya que esta zona, colindante con Siberia (con la Rusia asiática) suele tener un clima continental monzónico o precisamente, llamado tipo manchú por darse en esa zona de Asia, y que se caracteriza por inviernos secos y fríos con heladas y nevadas frecuentes, por lo que el rastrillo es necesario para despejar lógicamente, la nieve de las vías y permitir un paso normal y seguro de los trenes. Además, en esa zona se construyeron dos vías ferroviarias de gran tradición, ambas conectadas, el Transiberiano y el Transmanchuriano, y ambas conectadas a una tercera que permite atravesar la actual Mongolia desde Rusia hasta China o viceversa: el ferrocarril Transmongoliano.
A continuación, se ve que de ese tren bajan personas, algunas de las cuales, según dice la megafonía del régimen en la estación, ya que al situarse en 1950 se encuentran bajo el régimen comunista, o dicho de otra forma, socialista-marxista, de Mao Zedong, son criminales de guerra, o bien por colaborar con los invasores japoneses durante la ocupación de China por este país en la Segunda Guerra Mundial, o bien por crímenes contra el bando comunista chino en la guerra civil, que finalmente, fue el bando vencedor, —y ya se sabe lo que pasa cuando una dictadura es resultado de una guerra civil, sobre todo esto lo sabemos bien los españoles, que el bando vencedor aprovecha su posición en el poder para reprimir al bando vencido-- y, como analiza muy bien el historiador contemporaneísta Julián Casanova en algunas de sus obras, por más que en España lo que se impusiera fuera una dictadura personalista (autoritarismo) de una ideología más opuesta al comunismo, el mecanismo fue el mismo que en China.
Socialista-marxista y comunista son lo mismo, pero a la vez, no son lo mismo. Los Estados socialistas marxistas que han existido, comenzando por el Imperio Ruso, luego transformado en la URSS, e incluida China, eran o son comunistas porque pretenden alcanzar ese estadío o fase en sus sociedades, es decir, alcanzar una sociedad sin clases en la que todos tengan de todo porque ya el Estado ha distribuido todos los recursos y bienes necesarios entre toda la población y, por tanto, el Estado en sí mismo ya no es necesario, ni en su faceta opresora ni en su faceta abastecedora de servicios. Pero al mismo tiempo, son estados socialistas en cuanto a que todavía no han alcanzado la fase comunista en sus sociedades, aunque lo pretenden, y se encuentran en la fase intermedia entre el capitalismo y el comunismo. Y son marxistas porque siguen los preceptos del filósofo, economista, político, historiador y sociólogo alemán Karl Marx, el padre del comunismo moderno y de los derechos de los obreros.
Hechas estas aclaraciones, vemos que uno de los pasajeros resulta ser nada más y nada menos que el ex emperador, Pu-Yi (escrito también Puyi), quien se siente abrumado al ver cómo los pasajeros de más edad le reconocen y todavía le reverencian, aun sabiendo que eso, dado el cambio político que se ha producido, puede costarles muy caro. Normalmente, el comunismo reniega de las monarquías y de la aristocracia en general, ya que lo consideran un producto del capitalismo, sistema económico que los comunistas pretenden destruir, y a dicha aristocracia la consideran una clase social que perpetúa la desigualdad entre los humanos, no ya por dinero, según ellos, peor aún, por linaje o nacimiento. Así que, como en cualquier régimen comunista, en la China maoísta adorar o mostrar respeto a un aristócrata era una acción punible. Por este agobio y para evitar que le sigan reconociendo y, por lo tanto, salvar vidas, el exemperador se dirige a un cuarto de baño, se quita los guantes y acto seguido intenta suicidarse cortándose las venas de las muñecas. Es en esos momentos cuando, con la voz de un guardia de la estación de fondo pidiéndole que abra la puerta, comienza a recordar su infancia y su ascenso al trono en un flashback (recuerdo del pasado en el lenguaje cinematográfico).
Así, la acción retrocede hasta el año 1908. En ese año, se encuentra gobernando el país la emperatriz CiXi, la tía-abuela de Puyi, cuyo esposo había fallecido y había recuperado el trono de manos de su sobrino e hijo adoptivo, el emperador Guangxu.
En el año 1908 estaba gobernando en China la dinastía de emperadores Qing. Qing en chino significa puro. Los Qing no eran chinos sino manchúes. Los manchúes provenían de Manchuria, una región entre Mongolia y Corea, actualmente repartida entre China y Rusia, pero que en el momento en el que conquistaron China no pertenecía a China, ya que se hallaba al norte de la Gran Muralla, que era lo que delimitaba el territorio chino en la dinastía Ming (la de los jarrones famosos). Los manchúes eran un pueblo perteneciente a los pueblos de etnia y lengua tungús (Janhunen, 2020; Botton, 2019; Franke, Trauzettel, 1982). Aunque los pueblos tunguses son distintos de los pueblos mongoles y, por tanto, los manchúes no eran descendientes de mongoles (Janhunen, 2020; Franke, Trauzettel, 1982), sí estaban un poco emparentados con ellos (Tobalina, 2025). Los pueblos tunguses, antepasados, entre otros, de los manchúes, eran pueblos procedentes de Siberia que en el siglo XIII bajaron al valle del río Amur (entre China y Rusia) y se asentaron allí (Janhunen, 1996; Vovin, 2007; Encyclopaedia Britannica, 2025).
En 1644, cuando ya se hacían llamar manchúes, conquistaron a una debilitada dinastía de emperadores chinos Ming, debilidad de los Ming que venía por: los abusos de poder de la clase dirigente, la mala situación de los campesinos (la mayoría de la población) y las costosas guerras contra los mongoles y para defender de Japón a su aliada Corea (Cartwright, 2019). En los treianta años siguientes los Qing eliminaron toda oposición y se legitimaron como nuevos emperadores de China: "Hijos del Cielo", que era el título que recibían los emperadores de China, siendo esta la segunda vez, tras el gobierno mongol de los descendientes de Gengis Kan, que una dinastía extranjera gobernaba China y siendo la segunda vez que los manchúes gobernaban a población china, ya que entre 1115 y 1234, los jurchen o yurchen, es decir, los manchúes cuando todavía no se llamaban así, gobernaron Manchuria y el norte de China creando un imperio culturalmente chino.
Para ser aceptados por sus nuevos súbditos chinos como sus emperadores, los Qing, aparte de adoptar este nombre chino, también se rodearon de consejeros y funcionarios chinos, así como de cronistas o protohistoriadores que entroncaron su linaje con el de los primeros emperadores, tanto con el mítico, el Amarillo, como con el primero real, Qin Shi Huang Di. Adoptaron el budismo y, aunque tenían su propia lengua, el manchú, de la familia tungús y con un alfabeto vertical inspirado en el de sus vecinos mongoles, también aprendieron chino e hicieron de las dos lenguas, manchú y china, las lenguas cooficiales del Imperio chino (Anderson, 2006). Aunque los manchúes se sinizaron mucho, y en el sistema de exámenes de acceso al funcionariado (las actuales oposiciones, que las inventaron los chinos) podían participar manchúes aparte de chinos y en el ejército se integraron chinos y mongoles, los manchúes obligaron a los varones chinos a vestir y peinarse a la manchú, con una trenza larga y la cabeza rapada excepto la coronilla (el peinado típico que vemos cuando sale en las películas China en el siglo XIX). Además, chinos y manchúes debían de vivir en barrios separados (Pérez, 2020) y las mujeres manchúes tenían prohibido vendarse y deformarse los pies mediante rupturas para hacerlos más pequeños como hacían algunas mujeres chinas desde la dinastía Song (960-1279) (Yulijiang, 2017-2018), aunque en la época en la que se encuadra la acción de la película, esta constumbre estaba en decadencia y de hecho, prohibida desde hacía pocos años por la emperatriz Ci-Xi.
Explicado esto, vuelvo al meollo. El recuerdo de Pu-Yi se remonta a la noche del 13 de noviembre de 1908 (Gomà, 2005). El emperador Guangxu, su tío, era reformista y quería occidentalizar el imperio. Ci-Xi también gobernaba en la sombra porque las mujeres no podían reinar en China, pero ella descubrió un complot de Guangxu para asesinarla, así que Ci-Xi primero le encerró y después le mandó envenenar. Y claro, como el aspirante masculino al trono iba a morir, y de hecho, la propia Ci-Xi también, sólo que de causas naturales, ella misma en su lecho de muerte hizo traer a su sobrino nieto, el pequeño Puyi, de casi tres años, a la Ciudad Prohibida, el recinto de Pekín donde vivían los emperadores desde el emperador Yongle de la dinastía Ming, para proclamarlo nuevo emperador (Casals, 2025).
Así, vemos cómo a Puyi se le separa de su madre, la cual vemos que no lleva los pies vendados porque es manchú, y se le lleva en un palaquín con su nodriza o ama de cría, que en la película se llama Ar Mo y en realidad, se llamaba Wang Momo (Ríos, 1998), hacia el palacio imperial en aquel recinto.
En la escena de la entrada en la Ciudad Prohibida se ven cosas muy variopintas como camellos bactrianos, originarios de Asia central o de Mongolia, o monjes tibetanos adorando la llegada de su nuevo señor. Esto es por la diversidad étnica que había en aquel momento en China, resultado de las campañas de un Qing, un antepasado de Puyi, el emperador Qianlong, el cual conquistó toda Mongolia (interior y exterior), el Turquestán Oriental (hoy Sinkiang), Ninxia y el Reino del Tíbet, en la segunda mitad del siglo XVIII, es decir, las regiones periféricas a la Gran Muralla, que hasta ese momento, constituyó la frontera norte de China. De esta manera, dichas regiones, sumadas a la tierra de origen de los Qing, Manchuria, se incorporaron al imperio y fueron consideradas desde entonces territorio chino y China duplicó su extensión y cuadruplicó su población (Álvarez, 2021; Carvajal, 2023). Es decir, Qianlong dio a China su forma más o menos actual. Así pues, Puyi se encuentra con que hereda el trono de un país que territorialmente, ocupaba lo que actualmente son la República Popular China, Mongolia y la República rusa de Tuva.
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| El Imperio chino en 1908 (Geacron) Cuando Ci-Xi nombra a Puyi, le dice dos cosas: que el emperador es el único hombre que puede entrar en la Ciudad Prohibida, lo cual se refiere a hombres completos, ya que los eunucos eran castrados para custodiar el harén imperial sin que hubiera hijos ilegítimos fruto de adulterio. Pero vamos, no sólo en China, esto era una costumbre en todas las culturas orientales polígamas, y su tío, el emperador, ha muerto y está ahora en el cielo cabalgando al dragón. El dragón en la cultura china es una criatura benévola, al contrario que en Occidente, y es alargado porque el primer emperador, en el siglo III a.C., vio el esqueleto de un dinosaurio y lo confundió con un dragón. Desde entonces, es símbolo de la justicia y benevolencia que predicaba Confucio en el siglo VI a.C. (Cartwright, 2017). Bandera de los Qing y por tanto, de China bajo su gobierno (La Brújula Verde, Carvajal, 2023) En la ceremonia de entronización, pues, se ve toda la pompa imperial china, o mejor dicho, china-manchú. Claro, muchas veces para comprender la Historia lo que debemos hacer es empatizar, ponernos en el lugar de esas personas. Imaginad ser un niño de dos años, que os arranquen de momento una noche, con el cansancio que tiene un niño de dos años ya por la noche, de los brazos de tu madre para que un grupo de desconocidos te lleve a un sitio que no has visto nunca, con la única compañía de tu nodriza para que te de el pecho, y tu padre. Y acto seguido, lo obligan a sentarse, con lo inquieto que es un niño a esa edad, en un trono diciendo y haciendo cosas que él, el pobre, no sabe por qué. De hecho, el mismo Pu-Yi lo dice en su autobiografía:
Aisín Gioro, Puyi, 2001. Así que, claro, ¿cómo no va a llorar el pobre o va a decir a su padre que se quiere ir a casa…? Normal, era un bebé. Al ser nombrado e implantado su sello, que sale al principio de la película, en el papel, otro invento chino, incluso su padre, el segundo príncipe Chun, tuvo que arrodillarse ante él como súbdito que era. Por cierto, ya que hablo del padre, reinó como regente en nombre de su hijo al ser este un niño. Cuando sale fuera, se ve a todos sus guardias ataviados con la ropa manchú, aunque fueran de diversas etnias e incluso con el gorro manchú. Se ven unidades de diversos colores; supongo que serán las banderas (unidades) de las que se componía el ejército imperial chino bajo los manchúes. Ahí se lía a jugar y, al ver que todos se inclinan ante él, entra y sale y todos se inclinan y se levantan varias veces. Es un niño al fin y al cabo, por cierto, esta escena fue parodiada en Los Simpson en el capítulo de Los Canteros que Homer hace, una vez que ya es el líder, y además van todos vestidos parecidos a la película (Wikipedia, 2025). Ahí, al salir al patio, uno de los guardias le regala su grillo a Puyi. Este puede parecer un detalle sin importancia, pero luego será importante en otra escena de la película. En palacio, vemos cómo a Puyi se lo hacen y revisan absolutamente todo, desde limpiarle el ano y bañarlo hasta revisarle sus deposiciones para ver si come bien, todo esto mientras le enseñan su nueva casa. En el momento en el que Puyi llegó al trono del dragón, el trono imperial chino, el mundo en general estaba viviendo momentos convulsos. Las principales potencias del mundo competían por repartírselo, y con él, sus recursos, naciones consolidadas intentaban formar sus imperios o expandirlos, como Gran Bretaña, Alemania, Italia, Francia o Austria-Hungría, que le había dado otro mordisco al Imperio Otomano al anexionarse definitivamente Bosnia-Herzegovina, un Imperio Otomano, que veía cómo su territorio se reducía cada vez más con la independencia de Bulgaria. La ideología vigente era un nacionalismo que había derivado en supremacismo y racismo, y que, aplicando a las sociedades el Darwinismo Social, argumentaba que unas razas humanas eran superiores a otras y que por tanto, estas eran las más aptas y debían someter a las otras, y las otras, inferiores, ser sometidas, es decir, justificaba el dominio, político o económico, de un país sobre otro o sobre otros, generándose de este modo el colonialismo y el imperialismo. Así pues, en el Estado del Congo, propiedad exclusiva del rey de los belgas, Leopoldo II, los nativos eran maltratados y explotados por órdenes de sus enviados para explotar esa tierra, les ponía cupos para recoger X Kgs. de caucho en los campos del Congo y si no llegaban a X Kgs. de caucho, les mutilaban manos, pies o nariz, sin distinción de sexo ni edad. Incluso para los parámetros ideológicos de la época, en dicha época estos actos fueron considerados atrocidades y escandalizaron a la comunidad internacional. Por esta razón, la presión internacional obligó ese año, 1908, al rey a transferir su propiedad personal al Estado belga. Otra cosa es hasta qué punto estaba de acuerdo Leopoldo II con lo que sus enviados les hacían a los nativos... en eso no entro. Y China no era una excepción a esta situación convulsa. El empobrecimiento y la hambruna de la población rural, la mayoritaria del país, a causa de la expansión, del aumento demográfico a partir de 1700 y de la consecuente reducción de la tierra per cápita; el aumento del número de aspirantes a funcionarios por los pocos títulos que se daban, lo que llevó a aspirantes descontentos; y los disturbios provocados por la intervención occidental en China (Guerras del Opio, Rebeliones Taiping y de los Bóxers), que provocaron déficits comerciales e hicieron que la carga financiera del Estado aumentara para costear la detención de estas revueltas, más una derrota frente a Japón en la I Guerra Sino-japonesa (1894-1895) en la que el país nipón obtuvo ganancias territoriales a costa de China, todo esto dio lugar al descrédito de la población de China hacia la dinastía Qing y al declive de dicha dinastía. Por mucho que se legitimase adoptando en parte la lengua y cultura chinas, no era de origen chino y muchos chinos los seguían viendo como extranjeros (Álvarez, 2023; Gomà, 2005). Otro problema era la corrupción de muchos funcionarios y burócratas (mandarines) que actuaban de facto de forma autónoma sin seguir las órdenes del emperador dada la extensión del país y la lejanía de algunos a Pekín. Respecto al intervencionismo de las potencias occidentales, a estas (Francia, Gran Bretaña, Portugal, Rusia, Italia, Austria-Hungría y Japón) les interesaba una China independiente, que siguiera siendo un Estado, pero funcional y sumisa a sus intereses, dado lo que había donado esta civilización al mundo (papel, brújula, moneda, exámenes, pólvora...) y porque colonizarla como había hecho por ejemplo Bélgica con el Congo, hubiera supuesto romper el delicado equilibrio entre potencias que había en Asia (Japón, Rusia, Francia, Países Bajos, Gran Bretaña, Persia y el Imperio Otomano). Desde las guerras del Opio en el siglo anterior y con cada guerra y rebelión, las potencias occidentales y Japón querían cada vez más esferas propias de influencia sobre el país. Caricatura de 1989 del periódico francés Le Petit Journal que representa en las personas de sus mandatarios satirizadas los intereses de las potencias occidentales y Japón sobre China, y la impotencia y el enfado del emperador y del pueblo de China (Cortés, 2011).Por si fuera poco, Manchuria, la tierra de origen de los Qing, acababa de ser devuelta a ellos y a territorio chino tras ser ocupada por Nicolás II, el zar de Rusia, a consecuencia de que Rusia estaba entre las potencias que aplacaron la Rebelión de los Boxers, como bien dice Puyi en otra escena. Y toda esta era la situación en el mundo y en China cuando Puyi llegó al trono. China se encontraba en una disyuntiva entre volver del todo a su pasado hermético y confuciano, en base a los valores del filósofo del siglo VI a.C Confucio, y seguir cerrada en sí misma como antes de las guerras del Opio; o asumir la globalización y sus consecuencias, y abrirse a la influencia y al mundo occidentales para modernizarse y progresar, hasta volverse un país importante y fuerte. Esto lo había hecho su vecino y enemigo, Japón, con la Restauración Meiji a partir de 1868. Puyi vuelve a la consciencia, el director de la prisión le venda las muñecas para evitar que muera y tras preguntarle a Puyi, el director le informa de que está en la República Popular China, el nuevo nombre de China tras el triunfo del bando comunista en la guerra civil y la toma del poder por Mao en 1949. Es trasladado a una prisión o centro de educación en la ciudad china de Harbin, en Manchuria, y allí se encuentra con su hermano menor Pujie, al que las autoridades comunistas también han hecho prisionero. Ahí su mente vuelve a dar un salto atrás y recuerda cuando tenía nueve años y su hermano se reunió con él en la Ciudad Prohibida para estudiar. Puyi, durante su infancia, sólo recibió el amor, los límites y la disciplina que necesita un niño, de su nodriza, quien muchas veces le persuadía de que desistiera de hacer travesuras, travesuras en las que maltrataba a sus sirvientes y eunucos por diversión al no haberle enseñado nadie que eso está mal, ya que nadie le podía contradecir por ser el emperador (Gomà, 2005; Ríos, 1998). Jugaba a torturar a sus sirvientes haciéndoles ingerir cosas no comestibles o corriendo de un lado a otro, para hacer que, al seguirlo, se chocasen entre sí, y lo conseguía. Esto no era tanto maldad como falta de educación. Todo esto se ve cuando le dice a uno que se beba la tinta, cuando juega con su hermano o cuando le dice: "Si soy malo, se castiga a uno de estos; sí, puedo hacer lo que quiera" (Gomà, 2005). También es verdad que tenía que soportar a las antiguas emperatrices viudas, a las que debía llamar madres, pero que no le agradaban. Luego, en la siguiente escena se refleja una discusión que tuvo con su hermano menor Pujie. Y es que este iba vestido con una de las capas de su ropa de amarillo imperial, color que sólo podía llevar el emperador desde la dinastía Song. Ahí Pujie le dice que ya no es el emperador y se suben a un tejado. Es el año 1916 aproximadamente; ven al general Yuan Shikai, el cual en los años anteriores ha disuelto la asamblea, ha derogado la constitución democrática liberal republicana y se ha autoproclamado emperador. Y vosotros diréis: ¿Pues China no era un imperio y Puyi el emperador? Resultado de todos los problemas dichos, del descontento social con la monarquía y de los contactos con occidente por la presencia de los occidentales en el país desde las guerras del opio en la centuria anterior; comenzaron a surgir grupos de jóvenes intelectuales chinos burgueses, alfabetizados, con estudios secundarios y superiores, lo cual era un lujo, que empezaron a pensar como los occidentales, a concebir que China debía de ser una nación como las occidentales, por tanto, una nación, y además democrática liberal, con soberanía nacional, que China perteneciera al conjunto del pueblo chino y no a un emperador, y con una constitución. Que China fuera una república democrática. Esa es la diferencia entre una monarquía absoluta, como era el Imperio chino, y una nación. Cuando un país es una monarquía absoluta, el rey o emperador tiene todo el poder; la gente es su súbdita; el país es propiedad exclusiva del monarca y los súbditos están por debajo de él. Los súbditos carecen de algunos derechos. Por el contrario, cuando un país es una nación, la soberanía recae en todos los ciudadanos del dicho, puesto que el país ya no es una propiedad exclusiva del monarca, sino de todos sus habitantes, que ya no son súbditos, sino ciudadanos, incluido el rey o emperador, porque están todos sujetos a una misma ley suprema ante la que son iguales y les garantiza derechos y libertades, la Constitución del país. Esa es la diferencia: la ley suprema (constitución que garantiza libertades y derechos) y la igualdad ante dicha ley. En una monarquía absoluta, todo lo decide el monarca y sólo manda su ley, y no todos los grupos sociales pueden ser juzgados por la misma ley; no hay igualdad de las personas ante la ley. En una nación, los asuntos que conciernen a dicha nación los deciden todos los ciudadanos mayores de edad capacitados para votar o decidir de esa nación, no sólo el monarca, o incluso, en algunos casos, ya ni siquiera el monarca. Y todos los ciudadanos, el monarca incluido, supuestamente, son iguales ante la ley. Estos grupos de intelectuales nacionalistas chinos formaron sociedades secretas, al estilo de las que se habían formado en Europa décadas antes para formar naciones como la Filikí Etería (Sociedad de Amigos) griega o la de los Carbonarios en Italia —y en las que está inspirado también el capítulo de Los Simpson que he dicho. Tales como Xingzhonghui (Sociedad para la regeneración de China) o la Zhongguo Tongmenghui (Sociedad de la Alianza de China). ¿Cómo se transforma China de un imperio, de una monarquía absoluta, a una nación inestable en su política interna? Resumidamente: El 10 de octubre de 1911, una coalición formada por la burguesía (la gente enriquecida, con capital, con propiedades), los bancos y el ejército declaró la república en China mediante la Revolución de Xinhai (Wood, 2017). A comienzos del año siguiente, 1912, Sun Yat-Sen, uno de estos ideólogos nacionalistas intelectuales, formado en Hong Kong, Japón y EE. UU, fue elegido primer presidente de manera provisional, después se eligió a Yuan Shikai, que después a finales de 1915, dió este golpe de Estado. Puyi y su hermano ven llegar a Yuan Shikai en coche a la ciudad prohibida porque cuando se declaró la república en 1912, se declaró no matar a Puyi, que en ese momento era un niño de seis años, y que una vez que abdicase se le daría una pensión estatal con la que podría vivir en la ciudad prohibida y seguir teniendo autoridad, sólo dentro de ella. Es decir, pasó a ser una figura simbólica, pero podía seguir recibiendo a autoridades tanto chinas como, por ejemplo, Yuan, que era general suyo y fue quien le obligó a abdicar en 1912, retirándole su apoyo, como occidentales (Gomà, 2005). También, ahí ya se ha producido el estallido de la Primera Guerra Mundial, iniciada en 1914, en la cual Yuan decidió no involucrar a China debido a su inestable situación interna (Sanmartín, 2020; Murillo, Cortés y Caparrós, 2025). Por lo que sale en la película, aunque en realidad a Puyi, Yuan Shikai lo traicionó uniéndose al bando republicano y lo obligó a abdicar en 1912, al parecer, aunque sus tutores firman la abdicación, a él no le dicen que ha perdido su poder hasta años más tarde cuando se lo dice su hermano en esa escena. Cuando Puyi dejó de tomar teta en torno a los diez años, como consideraban que su nodriza ya no era necesaria, la echaron de la Ciudad Prohibida, lo que supuso un duro golpe para él, pues ya digo, era su principal apoyo, guía y casi su único contacto con el género femenino (Gomà, 2005). Esto se refleja en lo que dice: "Ella no es mi nodriza, es mi mariposa". Luego de casarse con Wang-Jung o Wangrong y Wenxiu, se preocupó por encontrar a su nodriza y la visitó cuando ella ya estaba casada y tenía un nuevo hijo (Ríos, 1998). La acción se traslada otra vez al campo de prisioneros, donde, por fin, informan a Puyi, a su hermano y al resto de presos de dónde están y por qué, por haber colaborado con los invasores japoneses durante la II Guerra Mundial, se les considera criminales de guerra y traidores a la patria y al comunismo maoísta. Les exigen escribir sus biografías para reconocer sus culpas y reconducirse hacia el comunismo. Acto seguido, el jefe de la prisión, el mismo que impidió el suicidio de Pu-Yi al principio de la película, comienza a leer el libro de Reginald Johnston en el que relata su experiencia como tutor de Pu-Yi cuando este último era adolescente (Gomà, 2005). Efectivamente, como cuenta Johnston, a la muerte de Yuan Shikai en 1916, China dejó por segunda vez de ser un imperio, volvió a ser una república y se dividió en poderes atomizados, al surgir otros caudillos militares que gobernaban sus respectivas zonas de forma arcaica, autoritaria y feudal, era la época de los llamados Señores de la Guerra por la historiografía (1916-1928). Al llegar Johnston, se estaba produciendo el movimiento del 4 de mayo de 1919, en el que jóvenes universitarios chinos se manifestaron para pedir que China fuese un país estable y una democracia liberal donde se respetase todo, incluso la presencia de otros países en embajadas o consulados. También protestaban porque acabada la primera guerra mundial, cuando fueron los tratados de paz en 1919, Alemania, en el bando vencido, y contrario al de China y Japón, perdió todas sus colonias por el Tratado de Versalles, pero la colonia alemana en China no volvió a manos chinas sino que pasó a Japón, algo que sentó muy mal a los chinos (Wood, 2017; Murillo, Cortés, Caparrós, 2025). La bandera que sale en la manifestación era la nueva bandera de China, su primera bandera nacional. Muchos de los nacionalistas que idearon el concepto de nación para China, concepto que no estaba en la mente de la mayoría de los chinos en aquellos años, al ser un concepto creado en Occidente, antiabsolutista y moderno, se formaron en EE. UU. EE. UU. (Sanmartín, 2020), un Estado federal y multiétnico, donde encontramos a estadounidenses de origen británico, alemán, hispanomexicano, filipino, oceánico, irlandés, húngaro, italiano, griego, rumano, albanés,chino, japonés, eslavo… pero todos son ciudadanos estadounidenses, forman parte de la nación estadounidense y, más allá de sentirse de sus respectivos países de origen, se sienten estadounidenses. Resultado de esto y de las analogías en cuestión de diversidad étnica con EE. UU que presentaba China, al estilo del país norteamericano, estos ideólogos nacionalistas chinos decidieron aplicar a China el concepto de nación política en lugar del de nación étnica o cultural, dado que resultado de las políticas expansionistas mencionadas del emperador Qianlong, el país albergaba a cinco grupos étnicos principales, cada uno con su lengua y cultura propia: los Han (que son los chinos propiamente dichos y que deben su nombre a la dinastía imperial que unificó más o menos la cultura y numerosos dialectos chinos, la Han), que eran y siguen siendo la etnia mayoritaria; los manchúes, instalados en el país desde la citada conquista del Imperio Chino Ming por los Qing en el siglo XVII; los mongoles, integrados a causa de la conquista de Mongolia por los manchúes Qing; los tibetanos, grupo muy antiguo, de origen prehistórico y de religión budista; y los musulmanes, compuestos de uigures (etnias túrcicas o turcas) y hui (chinos, algunos mezclados con persas, árabes o turcos, pero musulmanes). Así pues, cada franja de la bandera representaba a una etnia: la roja, a los chinos Han, ya que es su color, cuando se casan, la novia va de rojo, y a la pareja se les regala un sobre rojo con dinero; la amarilla, a los manchúes (pese a derrocarla, todos no, por ejemplo Sun Yat-Sen consideraba a los manchúes extranjeros y que debían asimilarse a los han (chinos), muchos nacionalistas chinos tenían presente que fue la dinastía manchú Qing la que expandió el territorio de China y el color amarillo ya estaba arraigado en la identidad manchú al haber gobernado China los manchúes durante dos siglos y algo); la azul, a los mongoles, por el espléndido cielo que se alza sobre las estepas mongolas y sobre el desierto del Gobi; el blanco a los musulmanes, y el negro, a los tibetanos (Sanmartín, 2020; Wikipedia, 2025). Primera bandera nacional de China, bandera de la República de China entre 1912 y 1928, compuesta de cinco franjas horizontales de igual anchura, cada una de las cuales representaba a uno de los cinco grupos étnicos principales de China (Wikipedia, Sanmartín, 2020). Pero, como decía Ernest Gellner (2001), aun así, el nacionalismo es, por definición, un principio político que sostiene que debe haber congruencia, es decir, una relación lógica, coincidencia, entre la unidad cultural (la etnia) y la unidad política (el Estado). El lema del nacionalismo, en general, es: una sola etnia para un sólo Estado. Que una etnia no puede habitar en varios estados, ni tampoco en un estado puede haber varias etnias. Que cada etnia tiene que tener su Estado propio. Por lo que se deduce que todas las naciones, ya que emanan de este principio que es el nacionalismo, incluso las que se componen y se componían en el momento de su nacimiento, de diversos grupos étnicos (de diversas unidades culturales), como Estados Unidos o China tienden a la homogeneización de la etnia y la cultura para que la unidad política (el Estado) sea homogénea culturalmente, bien por exterminio o limpieza étnica, bien por asimilación, de los no nacionales. Este último caso, el de asimilación, es el caso del nacionalismo chino, y como los chinos propiamente dichos, que son los nacionales, son la etnia Han, el objetivo era, por tanto, la asimilación de los no Han a la cultura y etnia Han, que era lo que querían los nacionalistas chinos y lo que intenta el gobierno chino actual. Cuando Puyi conoce a Johnston, le pregunta por qué, siendo escocés, no lleva falda, ya que va de traje, y Johnston le responde acertadamente que los varones escoceses no llevan falda sino kilts, que parecen faldas pero no lo son. Al día siguiente, Puyi le pregunta cómo matan a los emperadores en Occidente, refiriéndole a que muchos de sus "antepasados" han sido asesinados (recordemos que los Qing manipularon su genealogía para conectarse con los emperadores chinos no manchúes, por lo que se refiere a todos los emperadores, no sólo a los Qing). --Entre estos últimos, el único caso de envenenamiento confirmado es el que he dicho al principio, el de su tío Guangxu--; y recuerdan los asesinatos del archiduque austrohúngaro Francisco Fernando en 1914 a manos de un terrorista serbobosnio, el cual fue el detonante de la Primera Guerra Mundial, -a la que llamaban gran guerra por no preveer que habría una segunda-, y del zar Nicolás II a manos de los bolcheviques en Rusia (comunistas radicales dirigidos por Lenin), un año antes, en 1918. Ahí Puyi comenta que él es manchú y que pese a que China es ahora una república, se sigue sintiendo manchú además de chino. Es verdad que el suicidio de su madre afectó profundamente a Puyi (Gomà, 2005), pero no sé si hasta el punto de subirse a un tejado. El que pregunté, tanto por el cambio de gobierno en China como por la manifestación del 4 de mayo, demuestra que el pobre, hasta que no preguntó, no se estaba enterando de nada de los cambios tan trascendentales que estaba experimentando China fuera de los muros de la Ciudad Prohibida (Gomà, 2005) A los 15 años, a Puyi le llegó el momento de contraer nupcias. Aunque los Qing decretaron una ley que prohibía los matrimonios mixtos entre chinos y manchúes (Pérez, 2020), la emperatriz Ci-Xi la abolió pocos años antes de morir y proclamar a Puyi emperador (Casals, 2025). Las dos primeras esposas de Puyi, que se casó cuatro veces, son, Wang-Jung, una muchacha del clan Gobulo de origen daur, una etnia mongola (National Palace Museum, 2016; Behr, 1988; Wang, 2015), pero que se integró en la bandera manchú del ejército y, como sostenía el difunto profesor Wakeman Jr (Universidad de California, 2006), por esto, ya que la identidad es un constructo social y un concepto dinámico, al integrarse en una bandera manchú se le consideraba manchú. Y la otra, la que aparece en la película como segunda consorte, Wenxiu, del clan mongol de los Erdet (National Palace Museum, 2016; Behr, 1988). Wang-Jung, como es daur-manchú, no tiene los pies vendados, como podemos ver. En la película es Wang-Jung la que no quiere consumar el matrimonio con Puyi, pero las fuentes nos dicen que fue él quien rechazó el sexo con ella en la noche de bodas, y que hubo contactos íntimos de Puyi tanto con Wang-Jung como con sus otras esposas, pero que estos fueron escasos. Esta dificultad que tenía para entablar relaciones, en general, con el género femenino, se debía, según Gomà (2005), a no haber conocido más compañía femenina en su infancia y su adolescencia que la de su nodriza. Algunos historiadores apuntan a que tenía problemas de impotencia (falta de erección o erección inadecuada), seguramente, también de esterilidad (imposibilidad de engendrar descendencia) o algunos apuntan a que era o bisexual u homosexual, aunque la orientación sexual de Pu-Yi no puede decirse con seguridad (Gomà, 2005). Así que bueno, la escena de sexo de los tres en la cama pudo darse. La acción vuelve brevemente a la prisión, en donde se nos muestra a Puyi en un interrogatorio en el que les dice a los funcionarios que quería reformar todo en China. Ahí, la acción vuelve a su vida pasada y vemos cómo se quita la coleta para dar una imagen moderna de sí mismo, y por ende, de China al ser su símbolo, aunque ya no tenga poder. Ya no torea más (es broma). Para un manchú, quitarse la coleta era deshonroso, así que imagináos lo que supone que se la quitase el emperador, en las mentes de los más conservadores, y lo mismo pasa con lo de llevar gafas o montar en bicicleta, esas cosas, que las hiciera el emperador, eran impensables. Así pues, vemos cómo el mismo Puyi, al ser el representante simbólico de China, era un reflejo de esta en aquel tiempo y reflejaba esa disyuntiva que comentaba antes en la que se encontraba el país entre seguir mirando al pasado o avanzar hacia el futuro, hacia la modernidad. Él mismo lo comenta en su biografía: Mientras el mundo respiraba el aire del nuevo siglo XX, yo en palacio todavía respiraba el polvo del siglo XIX Aisín Gioro, Puyi (2001) Como bien cuenta Puyi, en los años 20 China seguía zozobrando y cuando el presidente de una República China que en aquellos momentos por dicha fragmentación era más nominal que otra cosa, Cao Kun, huyó a la fuerza por un general suyo que lo traicionó en una guerrilla, a finales de 1924, Pekín cayó en manos de un "Señor de la guerra", Feng Yuxiang (Sierra, 2021), y este repudió el acuerdo que firmaron Sun Yat-Sen y los revolucionarios de 1911 que permitía a Puyi vivir en la Ciudad Prohibida. El soldado le dice que tiene que irse porque hay que depurar la escoria manchú de la nación china. Como he dicho antes con el ejemplo de Sun Yat-Sen, muchos nacionalistas chinos defendían el concepto de nación étnica, basado en una ascendencia, historia, idioma y cultura comunes, que floreció del Romanticismo alemán del siglo XIX, para China, ya que aunque era, y es, un país multiétnico, los chinos como tal eran los Han, y además, como también he dicho, los manchúes eran un grupo étnico de origen no chino, por lo que eran vistos por muchos chinos como lo que eran, extranjeros, como dice el mismo Puyi en el interrogatorio (Gomà, 2005). Puyi fue expulsado de la Ciudad Prohibida y se instaló en Tianjin, una de las ciudades más cosmopolitas de China en aquel momento junto con Shanghái, pues era una concesión japonesa y además había británicos, americanos… En la primera fiesta a la que va, su segunda esposa, Wenxiu o Wen Hsiu, le dice a su pareja de baile que se considera china a pesar de ser étnicamente mongola y de que Mongolia se ha independizado por su lado de China en 1911 porque el gobierno chino republicano no reconocía la doble nacionalidad. Y sigue sin hacerlo, tanto en la República Popular China como en la República de China (Taiwán), y, además, la independencia unilateral de Mongolia de China no fue reconocida ni por ninguno de los gobiernos chinos de aquel momento ni internacionalmente. Mongolia se independizó por fin de China en 1924, aunque no toda Mongolia Interior o del sur permaneció y continúa siendo territorio chino. Esta vez su soberanía, con el respaldo de la URSS, sí que fue reconocida internacionalmente excepto por China. Dos años antes de morir, en 1923, Sun Yat-Sen, pese a no ser comunista, pero sí antiimperialista, como los bolcheviques que habían acabado con el sistema zarista en Rusia y la habían transformado en la URSS (Sanmartín, 2020), hizo un pacto de amistad con los soviéticos. Por la III Internacional, de carácter comunista, que promulgó y lideró Lenin en 1919, se pusieron mecanismos para crear partidos comunistas fuera de la URSS sin que esos países pasaran del capitalismo al socialismo liberal democrático, razón por la cual, la influencia de las revoluciones rusas llegó a la vecina China y en 1921 se fundó el Partido Comunista Chino. En la fiesta, es el año 1927, porque Puyi dice que en aquel entonces tenía veintiún años. Por radio se anuncia la toma de Shanghái, una de las ciudades más importantes de China, por Chiang Kai-Shek, un general del Kuomintang (KMT), el Partido Nacionalista Chino, que fundó Sun Yat-Sen en 1919. Para finales de los años 20 y principios de los años 30, el KMT se vio influido por el fascismo, que había surgido en Italia con Mussolini y se había expandido a casi todos los países de Europa, y a algunos de Asia (Chen, 2014) y el fascismo es anticomunista por definición, lo que hace lógicamente que el comunismo sea antifascista. Por lo que en 1927 ya había sectores dentro del KMT que estaban muy influenciados por el fascismo. Esto hizo que, en un episodio conocido como la Masacre de Shanghái, en esta ciudad, en abril de 1927, los nacionalistas radicales asesinaran a entre 5 mil y 10 mil simpatizantes de sus aliados comunistas. Esto supuso la ruptura definitiva entre los dos partidos y la declaración de guerra. Comenzó así la Guerra Civil china (1927-1937/1945-1949) (Wood, 2017), que es lo que se anuncia por radio. En esta primera fase de la guerra, cada bando intentó volver a instaurar un gobierno único para todo el país y acabar con los Señores de la Guerra, pero al mismo tiempo derrotar al bando enemigo, el uno al otro (Murillo, Cortés, Caparrós, 2025; Villamor, 2022). Y es a lo que se refiere la radio con la toma de Sanghái. Después de la fiesta, Wenxiu le pide el divorcio a Puyi, que finalmente le concede. También es verdad que Puyi comenzó a gastar mucho dinero y a pasar, por tanto, a apuros económicos, ya que, acostumbrado a ser rico, no conocía el valor del dinero; de hecho, en la China comunista de Mao, gastó mucho también y estuvo viviendo de ayudas de familiares y amigos (Gomà, 2005). A continuación, una joven a la que en la película llaman "Perla Oriental", también manchú y, al parecer, su prima, le informa de que las tropas del Ejército Revolucionario Nacional de Chiang Kai-Shek han profanado las tumbas de los Qing, de sus antepasados manchúes, e incluso han descuartizado el cuerpo de su difunta madre. Esta manchú es profundamente antichina. La acción vuelve al interrogatorio y a Puyi le preguntan si se considera chino, a lo que responde afirmativamente. Además, le insinúan si piensa que Manchuria es parte de China, a lo que vuelve a decir que sí. Él iba a ser el emperador y, por tanto, iba a representar a toda China, por lo que lo educaron, claro está, para sentirse chino. Pero, como en un principio (Rebelión Taiping, pensamiento de Sun Yat-Sen), el nacionalismo chino era antimanchú, a causa de esto, había tanto chinos que no consideraban a los manchúes chinos, como manchúes que, por este rechazo por parte de algunos ideólogos de la nueva china, la china nacional, o nunca se sintieron chinos o sí, pero dejaron de sentirse chinos cuando Chiang Kai-shek aplicó políticas antimanchúes. Y vosotros diréis: ¿Pero la bandera de las cinco etnias no incluía a los manchúes? Sí. También hay que entender que los occidentales tenemos de base la lógica griega, de la Antigua Grecia, en concreto, la aristotélica, la de Aristóteles. Esta lógica, según Aristóteles, se rige por el principio de no contradicción, el cual dice que una cosa si es algo, no puede ser al mismo tiempo su contrario/a. Pero en Oriente no siguen esta lógica, sino que, según su lógica, una misma cosa puede ser dos aparentemente contradictorias a la vez, y esto piensan los chinos: no todo lo blanco es siempre blanco, ni todo lo negro es siempre negro, sino que una cosa puede ser negra y blanca a la vez (yin-yan). Bueno, pues esto pasa con el nacionalismo chino. Al ser los Han los chinos propiamente dichos y constituir la mayoría de la población, muchos nacionalistas chinos, como por ejemplo Sun Yat-Sen, identificaron la nación china con la etnia Han, es decir, tenían un concepto étnico de la nación china (Sanmartín, 2020). Pero también otros muchos nacionalistas chinos pensaban que todas las etnias del territorio de China podían conformar la nación china, es decir, tenían un concepto más cívico y no étnico de la nación china. Esto, aunque con base en el pensamiento o prisma occidental, emanado a su vez del principio de no contradicción de la lógica aristotélica, pueda parecer una contradicción: o la nación china son sólo los Han o lo son todos los grupos, no tiene por qué resultar tan aparentemente contradictorio analizado desde la perspectiva oriental. Como según la lógica oriental, una misma cosa pueden ser dos aparentemente contrarias al mismo tiempo, Sun y muchos nacionalistas chinos llegaron a la conclusión de que, aunque por una parte, la nación china (en el sentido de grupo étnico) como tal, era la etnia Han, por otra parte, los otros grupos étnicos (en chino, minzu) podían, y según Sun entre otros, debían asimilarse con el tiempo en todos los aspectos: cultural, genético... con o a la cultura y etnia Han, de este modo, llegado un momento, se crearía una nación china que finalmente, sí sería homogénea étnicamente y cuya base serían los chinos "verdaderos", los Han (ahí tenemos otra vez, el concepto de nación étnica), que enlaza a su vez con los otros dos principios: (socialismo y democracia) (Ergenç, 2005; Chen, 2014: Liso, 2021), ya que Sun Yat-Sen pretendía en un principio, que la nación china fuera una democracia. Además, desde el siglo XIX, chinos Han se asentaron, entre otras zonas, en Manchuria, por lo que al gobierno chino le interesaba mantener dentro de China a Manchuria y a los territorios conquistados por el emperador Qianlong, por sus recursos, como colonias, y en menor medida, para ir asentando población Han en ellos y terminar de asimilar a estos territorios al Estado chino. Por lo tanto, Wenxiu le dice a su pareja de baile que ella es china aunque es de etnia mongola, porque la Ley de Nacionalidad de 1912 decía que todos los territorios del imperio Qing eran parte de la República China, y por ende, sus habitantes, sin importar su etnia, eran todos ciudadanos chinos, y porque resultado de la educación nacionalista con este discurso y de la migración Han a dichos territorios, la gente no Han que vivía en ellos fue identificándose a sí misma como china. También porque hay que tener en cuenta que aunque no hubo censo de población en China hasta 1953, en los inicios de la conciencia nacional china, ya era un país con más de quinientos millones de habitantes. Así que, sólo las etnias que no son la Han, algunas allí ya podían suponer el equivalente aproximado a la población total de otros países, y claro, aparte de que la gente tenía su vida hecha en China ¿Cómo haces o gestionas tal movimiento de población? Es una quimera. Era totalmente imposible, ¡Vamos, hubiera sido un movimiento de población sin precedentes en Asia exceptuando la Ruta de la Seda y el Imperio Mongol!. Por todo esto, por esta concepción de las etnias no Han podían asimilarse a la cultura y etnia Han, ya que ya no había prohibiciones de matrimonios mixtos y por la prohibición de la doble nacionalidad en la China del momento, Wenxiu, pese a ser de etnia mongola, le dice a su pareja de baile que es china. Se divorció de Puyi en 1931. La acción prosigue y vuelve a dar un salto a la prisión en la China comunista, y en el interrogatorio, se menciona el inicio de la invasión japonesa de China. ¿Pero por qué se produjo? Como he dicho, Japón se había convertido en una nación moderna, industrializada y con una cultura mixta, japonesa y occidental. Por esto, empezaron a llegar a consecuencia las ideas de Occidente también allí, incluidas el darwinismo social, el ultranacionalismo, el militarismo y el imperialismo con la concepción de un espacio vital. También, en esta época, principios de los años 30 (es la época del ascenso del nazismo en Alemania), se seguía pensando todavía desde el siglo XIX que la humanidad se dividía en razas. Las personas del extremo oriente (mongoles, chinos, manchúes, japoneses, coreanos…), al conservar el pliegue de los ojos que todos tenemos al nacer por la adaptación a ese medio de sus antepasados, entraban en lo que se llamaba "Raza Mongólica o Mongoloide", ya que para denominarla, se tomó de referencia a los mongoles. Así pues, los japoneses, al occidentalizarse, no fueron ajenos a este proceso. Desde su industrialización y subida al carro de las potencias mundiales en el siglo XIX, a Japón siempre le interesaron dos cosas: Manchuria en sí misma, ya que era rica en recursos, y una China, en general, dividida y debilitada, para seguir siendo ellos la potencia de Asia. Los japoneses, influenciados entre otras cosas por el Ensayo sobre la Desigualdad de las Razas Humanas, la Biblia del racismo, de Arthur de Gobienau y por la llamada Doctrina Monroe, por un presidente estadounidense, ya que fue EE. UU quien en 1853 obligó a Japón a occidentalizarse, "América para los americanos, fuera los no americanos", formularon un discurso en el que ellos, los japoneses, dentro de la Raza Mongoloide, análogamente a lo que decían los nazis de los alemanes dentro de la Raza Aria; eran la raza superior y no sólo de la Raza Mongoloide, sino la mejor raza de toda Asia y que debían dominar y "civilizar" a los demás pueblos asiáticos, vamos, racismo, ultranacionalismo, paternalismo y mesianismo nacional o colectivo puros y duros, "Asia para los asiáticos", decían. Pero ese eslogan era el de puertas para afuera; el de puertas para adentro era "Asia para los japoneses". Es por esto por lo que en 1931 los propios japoneses, que gestionaban un ferrocarril de Manchuria, dinamitaron un tramo de su vía, pero hicieron creer que fueron soldados chinos los que hicieron esto. Este atentado de falsa bandera, les sirvió al gobierno japonés, ahora más militarista, racista, supremacista y nacionalista, para justificar una invasión a la codiciada Manchuria y al año siguiente, separaron a esta región del resto de China e instauraron un estado satélite en su territorio, con mayoría por supuesto manchú, pero también con mongoles, rusos, chinos han, coreanos y japoneses dentro. A este estado lo llamaron Manchukuo e impusieron el idioma japonés como el idioma a enseñar, como le hacen firmar a Puyi en un decreto en una escena, lo que ya habían hecho en la vecina Corea, también de su posesión. Proclamaron a Puyi emperador de este estado de Manchukuo, como vemos en su ceremonia de entronización. Pero en dicha ceremonia hay un fallo, pues las autoridades japonesas impusieron el Shinto como religión oficial, y en la escena vemos a monjes budistas; los manchúes eran budistas, pero entonces la ceremonia debía haberse representado al estilo shintoísta. Vemos otras cosas verídicas, como la adicción al opio de Wang-Jun al comerse las flores fruto del hambre que le provoca el síndrome de abstinencia, lo que alejó a la pareja y redujo su vida en común en general, incluida la íntima, o la ingenuidad de Puyi en un principio, al no darse cuenta de que los auténticos gobernantes de Manchukuo eran los japoneses y él no era más que una marioneta para servir a los intereses nipones bajo la máscara de una autoridad restaurada. Vamos, que era emperador, pero era postureo; él no mandaba en realidad; era un lacayo de los japoneses (Gomà, 2005). También se ven los viajes que hacía Puyi a Japón invitado por el emperador Hirohito (Gomà, 2005). También es verdad el matrimonio de su hermano Pujie con una japonesa, con la que tuvo dos hijas, sobrinas, por tanto, de Puyi, y el servicio de Pujie en la armada imperial japonesa. La acción vuelve a la prisión y allí, el jefe, al darse cuenta de que incluso ahí dentro, continúan haciéndoselo todo, ponerle la pasta de dientes, hacerle la cama... ordena que lo cambien de módulo y cuando Puyi ya tiene que aprender, siendo ya un adulto de mediana edad, a hacer las cosas por si mismo, se da cuenta de lo contraproducente que es que te lo hagan todo desde niño por lo inútil que te vuelve después cuando eres adulto. Después, la acción vuelve a Manchuria (Manchukuo) en 1935. Pu-Yi, al volver de Japón, se da cuenta de que sus esposas tenían razón y que, en realidad, los japoneses lo ningunean, ya que nombran al ministro de defensa como verdadero gobernante de Manchukuo, aunque él mantuvo el título de emperador de Manchukuo hasta la rendición de Japón en la II Guerra Mundial. Vemos también cómo, ya en 1940, matan al amante y a la hija bastarda de Wang-Jung con este, el chófer de Puyi, para que no pueda reclamar el trono imperial, manchú o chino, en el futuro como hija adoptiva de Puyi (Gomà, 2005), consorte de X marido. Edward Behr (1988) dice que sobre el asunto del final del/a bebé hay controversia, especulaciones, rumores y versiones contradictorias; unas dicen que el infante fue asesinado (Behr, 1988; Gomà, 2005), y otras que murió de causas naturales (Behr, 1988), por lo que nada rigurosamente cierto puede decirse sobre el asunto. En todo caso, en su autobiografía, Pu-Yi reconoce que, una de dos: o el niño/la niña había muerto tras el parto y él le dijo a Wang-Jung que había sido dada en adopción para no causarle sufrimiento; o él sabía que la niña iba a ser eliminada para evitar escándalos y aún así, no hizo nada para evitarlo, -porque tampoco hubiera podido, no tenía autoridad real-. Por cualquiera de estas dos acciones tuvo remordimiento el resto de su vida (Aisín Gioro, 2001). Sea como fuere, si el niño/la niña fue asesinado/a, Gomà afirma que el asesinato de su bebé delante de ella terminó haciendo que Wang-Jung perdiera el juicio. Wang-Jung murió de inanición y por el síndrome de abstinencia en una prisión en 1946. Puyi se enteró más tarde (Gomà, 2005). A continuación, la acción vuelve a la prisión y ahí se ve en una película cómo los japoneses, a partir de Manchuria, avanzaron en los años sucesivos sobre el resto de China oriental y el resto de los países del Pacífico asiático, lo que ha dado lugar al debate entre muchos historiadores contemporaneístas sobre si fue Japón, y no sólo Alemania, aunque al principio no fueran aliadas todavía, la que inició la II Guerra Mundial y sobre cuándo, dónde y con qué invasión, se inció el conflicto más mortífero de la Historia de la humanidad. Si con la invasión alemana de Polonia el 1 de septiembre de 1939 o con la invasión japonesa de China algunos años antes. En el vídeo se menciona el bombardeo de Shanghái en 1937, efectivamente, este fue uno de los primeros bombardeos realizados sobre población civil de la Historia, junto con los que se realizaron en el País Vasco, en el norte de España, en las localidades de Ochandiano y Guernica un año y un mes antes, por parte del bando sublevado o franquista sobre territorio controlado por el gobierno legítimo, el de la II República Española. También sale la masacre de Nankín, en donde las tropas japonesas perpetraron todo tipo de atrocidades imaginables contra población civil de todas las edades y sexos: decapitaciones, atropellos con tanques, asesinatos mediante mordeduras de perros, algunos enterrados hasta la cintura para inmovilizarlos, personas colgadas de clavos en la lengua, quemadas vivas tras ser rocíadas con gasolina, ejecuciones masivas mediante disparo o katana -algunos hacían competeciones en donde quien ejecutase al mayor número de personas con su espada ganaba- o ahogos en el río Yang Tsé con las manos atadas, que se tiñó de rojo por la sangre de las víctimas. Especialmente, las mujeres y las niñas sufrieron mucho: a las mujeres embarazadas las ataban a un árbol y les extraían los fetos del vientre mientras estaban vivas con la bayoneta de la escopeta, y además lanzaban a los fetos al aire para atravesarlos también. Las violaciones no escatimaron en edad; violaron a niñas de menos de 8 años, a mujeres jóvenes, de mediana edad e incluso a mujeres de más de 70 años. La cosa no quedó ahí, quemaban las casas con gente dentro, mataban indiscriminadamente, ponían a las mujeres clavadas a paredes para ejecutarlas y a muchas mujeres y niñas, tras violarlas las asesinaban de las formas más brutales posibles, como partirlas con la katana o se burlaban de ellas introduciéndoles objetos por la vagina, tales como el cañon de un arma, una rama o petardos, se las empalaba y ejecutaba de las formas más crueles que puedan existir o se les cortaban los pechos, en algunos casos eran devoradas por los soldados de forma caníbal tras violarlas y asesinarlas en las zonas rurales, todo esto, cuando no pasaban a formar parte del "programa de mujeres de consuelo", la red de prostitución del ejército japonés en los dominios de Japón. También cortaban miembros, obligaban a familias a mantener relaciones sexuales entre sus miembros o con los cadáveres, después los empalaban o castraban, los que sobrevivían, normalmente, se suicidaban (Ortiz, 2019). También se habla de los experimentos con armas biológicas y virus del Escuadrón 731 en unos edificios de Manchuria. En esos edificios, dichos experimentos biológicos, en un principio, eran para evitar las enfermedades infecciosas entre los soldados japoneses en futuras guerras. Al principio probaban en animales, pero luego derivaron a probar en prisioneros, primero muertos y más tarde, vivos. Y lo que en un principio afectó a prisioneros derivó en que se les hacía a la población civil, muchos de ellos niños y niñas y mujeres, algunas de ellas embarazadas. También se infectaban deliberadamente cultivos o ropa de los pueblos de alrededor, ropa que luego se regalaba como gesto de buena voluntad. Entre los experimentos estaban inyectar orina de animales en los riñones o enfermedades como la sífilis o la gonorrea, disecciones de gente con vida, propagación por pueblos del ántrax y la peste… así en un largo etcétera, pero esto lo veremos más a detalle en otra película (Pérez, 2019; Gomà, 2005). También los japoneses, al igual que hicieron los británicos en el siglo XIX, convirtieron a muchos chinos, manchúes, mongoles y coreanos en adictos al opio al permitir su venta en los territorios bajo su control. En el caso de los británicos fue más deliberadamente aún que en el de los japoneses, porque les interesaba que China comerciase con ellos, pero era autosuficiente por lo grande que era, y que es, así que para crear esa demanda, los británicos introdujeron opio de la India y mucha población de China se volvió adicta. Esto también supuso la apertura de China a Occidente. Por eso Puyi le comenta a su esposa Wang-Jung, la cual es adicta, que el opio mató a su madre y destruyó China, haciendo referencia a esto. Esto demuestra que tanto muchos británicos del siglo XIX, incluida la reina Victoria, que lo consintió, como los japoneses de la primera mitad del siglo XX, consideraban a los chinos una raza inferior, escoria, vamos. También se ve cómo los estadounidenses tiran dos bombas atómicas, las primeras de la historia, sobre las poblaciones japonesas de Hiroshima y Nagasaki para forzar la rendición de Japón. Antes de la declaración de guerra, EE.UU. había decidido dejar de importar petróleo a Japón por su expansionismo en Asia, cosa que no podía seguir haciendo sin el "oro negro". Así que, en respuesta, Japón atacó la base naval estadounidense de Pearl Harbor, en el archipiélago hawaiano, el 7 de diciembre de 1941 (Menéndez, 2022), lo que hizo que EE.UU. entrara en la Segunda Guerra Mundial en el bando aliado, contrario al de Japón. El país del sol naciente estaba en el Eje con la Italia fascista de Mussolini y la Alemania nazi de Hitler. Como contraataque y para lograr su rendición, EE.UU. diseñó las dos bombas con el físico estadounidense de origen alemán Robert Oppenheimer y su equipo, y se las lanzó el 6 y el 9 de agosto de 1945. Se ve cómo Puyi es detenido por los soviéticos cuando se disponía a huir a Tokio tras la rendición de Japón el 15 de agosto de 1945, ya que un día después de la destrucción de Hiroshima por la bomba, Stalin cumple su promesa a sus aliados y declara la guerra a Japón, por lo cual el ejército soviético invade Manchuria para expulsar a los japoneses. Después, la acción vuelve a la prisión donde el director tiene una interesante conversación con él, en donde se nos plantea algo: ¿Hasta qué punto fue responsable Puyi de las atrocidades cometidas por los japoneses durante la guerra en Harbin, en especial las de la Unidad 731, que fue la que realizó dichos experimentos biológicos en humanos vivos? Historiadores como Sheldon Harris (2024) sugieren que, si bien Puyi sabía que ocurrían atrocidades, no supo de los experimentos biológicos hasta los juicios de Tokio tras la guerra, en los que estuvo presente y declaró, responsabilizando de todo a los japoneses (Gomà, 2005). Además, no tenía poder para impedir las atrocidades de los japoneses; aunque sabía que hacían cosas poco éticas, era un emperador sobre el papel, nada más. Tras la rendición de Japón el 15 de agosto de 1945, las tropas japonesas se retiraron de China, que recuperó todos sus territorios, incluida Manchuria, según lo estipulado en la Conferencia del Cairo de 1943, a excepción de Hong Kong y Macao. Con la retirada japonesa, la guerra civil china entre el Partido Nacionalista y el Comunista se reanudó, finalizando con la victoria de este último en 1949. Esto supuso el establecimiento en la China continental de la República Popular con gobierno comunista dirigido por Mao y el exilio de los nacionalistas a la vecina isla de Taiwán. Con el triunfo comunista, como Stalin y Mao tenían buena relación, los soviéticos repatriaron a Puyi, y ahí es cuando las autoridades comunistas le trasladaron a la prisión de Harbin en Manchuria al principio de la película. Como le dice el director, siempre ha creído que era mejor que los demás y ahora, reeducado y convertido en un comunista convencido, se cree que fue lo peor, Puyi logró arrepentirse de ser lo que fue y del mal que hizo, y creer, por el adoctrinamiento que recibió en prisión, que al ser emperador formó parte del aparato de opresión del Antiguo Régimen monárquico y "feudal" y también, resultado de su adoctrinamiento o reeducación socialista marxista o comunista, como queramos decirlo, pudo darse cuenta de que colaboró con los enemigos internos y externos de China. Puyi le responde al director que le salvó del suicidio porque a las autoridades del régimen comunista les es útil. Efectivamente, el gobierno de Mao consideró que si Puyi —el representante del antiguo régimen absolutista monárquico en China— pudo reeducarse y convertirse en un comunista maoísta convencido, los demás opositores al régimen de Mao también podían (Gomà, 2005). Vemos cómo en 1959, con motivo del décimo aniversario de la proclamación de la República Popular China el 1 de octubre de 1949, y porque se ha reeducado y ahora es comunista, Puyi es puesto en libertad tras una década en prisión gracias a una amnistía de Mao. Esto no quiere decir que Mao fuera siempre bueno; es el dictador con más muertes a sus espaldas, aunque también hizo cosas buenas por China y su pueblo, como mejorar la situación de la mujer china con la prohibición del vendado de pies de una vez e igualarla en estatus legal al varón. En 1961, Mao y Puyi se encontraron y se fotografiaron juntos: Mao Tsé Tung (izquierda) y Pu-Yi (derecha) durante un encuentro en 1961 (X) Cuando anuncia su liberación y le da su acta de libertad, el director de la prisión dice que Pu-Yi es de "nacionalidad manchú". Nacionalidad en chino se traduce como minzú, pero en el sentido de grupo étnico. Es en este sentido en el que dice eso el director de la prisión. Pu-Yi, en cuanto a su ciudadanía (es decir, de nacionalidad en el sentido de pertenencia a un país), era de nacionalidad (ciudadanía) china. Mientras que, de nacionalidad entendida como grupo étnico, como etnia, era de "nacionalidad" manchú, o sea que es correcto lo que dice, pero lo matizo para que no penséis que Manchuria se había independizado otra vez. No, Manchuria, como he dicho, volvió a ser territorio chino una vez expulsados los japoneses y acabada la Segunda Guerra Mundial. A continuación, vemos a Puyi trabajando como jardinero en el Instituto Botánico de la Academia China de las Ciencias en Pekín en 1967 (sí, un ex emperador trabajando, ¿Os imaginais a Juan Carlos I de España o a su hijo haciendo un trabajo de esfuerzo físico?). Los países comunistas intentan que todo el mundo sea productivo, pues gobiernan en nombre de los trabajadores y los individuos están por debajo del Estado. Entonces, en un Estado comunista todo el mundo tiene que trabajar; ahí a Puyi se le acaba definitivamente el chollo. Después vemos cómo, con el semáforo en rojo, avanzan todos en bici, Puyi incluido. ¿Está estropeado? No. Es que un año antes, en 1966, se produjo en China una cosa que se llama Revolución Cultural, que fue una política de Mao para purgar a altos cargos del partido por revisionistas de la doctrina comunista china y controlar los altos medios de comunicación y la cultura. Una cultura que, para Mao, se componía de unos valores que ya no tenían sentido y que había que reformar por completo: se despreció la ropa tradicional y muchas cosas occidentales, si una chica usaba barra de labios podía ser castigada, o alguien por llevar gafas de sol, tener un sofá o llevar vaqueros. Se destruyeron templos, iglesias, sinagogas… Se decretó una forma de vestir, de peinarse ... El Libro Rojo de Mao, un manual de bolsillo del buen comunista escrito por Mao, era de lectura obligatoria y el segundo libro más impreso tras la Biblia. También se invirtieron los semáforos; el color rojo, representativo del comunismo, era para avanzar y el verde para parar. Para hacer cumplir la Revolución Cultural, Mao creó un cuerpo de policía política comunista al margen del propio partido, compuesto principalmente de estudiantes y jóvenes, ya que la revolución cultural empezó como un movimiento estudiantil en institutos y universidades contra el revisionismo del comunismo chino. Estos estudiantes se convierten en este cuerpo policial en los Guardias Rojos, que son los que están reprendiendo al director de la prisión, que Puyi se los encuentra. Después, vemos esta revolución: chicas jóvenes vestidas igual, todas con el pelo corto, cantando todos, chicos y chicas, canciones comunistas, lo único que se podía cantar. Todo lo anterior a 1949, historia, literatura, filosofía… ya no valía. La Revolución Cultural duró la última década del gobierno de Mao hasta su muerte en 1976. La Revolución Cultural mató entre 1 y 7 millones de personas (Vega, 2021). Así son las dictaduras, sean de la ideología que sean, como con el director de la prisión, un día les sirves y al día siguiente, si al líder le parece, eres prescindible… en el más amplio sentido de la palabra prescindible. A Puyi le costó adaptarse al nuevo Estado chino, como es normal. Al estar acostumbrado a que le sirvieran y a haber vivido mucho tiempo en la ciudad prohibida, se volvió despistado, lo perdía todo constantemente y se desorientaba con facilidad, lo que acentuó con la edad (Gomà, 2005). Con el gobierno comunista, la asimilación de las minorías étnicas al nuevo Estado varió según los casos: grupos étnicos como los uigures y los tibetanos, tuvieron una integración en la cultura Han más forzada que otros. En el caso de los mongoles, pese a que Mongolia exterior fue reconocida como Estado independiente por la República Popular China en 1949, los mongoles de Mongolia Interior (parte de China) son ciudadanos chinos, pero pueden hablar mongol, mientras que los manchúes están muy asimilados y mezclados con los Han y casi no hablan ya manchú, sino mandarín (chino estándar). Pu-Yi no hablaba manchú; hablaba chino mandarín. Por ejemplo, el pianista Lang Lang es chino de etnia manchú. El gobierno chino hoy en día da dinero a los matrimonios mixtos, sobre todo entre Han y no Han, para fomentar la unidad nacional. Actualmente, los Han y las otras etnias están más o menos mezcladas entre sí, así que casi todos son chinos y se sienten chinos. Para finalizar la película, vemos a Puyi visitando la ciudad prohibida, la cual se ha convertido en un complejo turístico en el nuevo Estado chino. Allí, con nostalgia, recuerda su vida pasada y va al trono donde se sentaba. El hijo del guardia de seguridad le dice que no puede hacerlo y Puyi le dice que él fue el emperador de China y que se sentaba en el trono. El niño le dice que lo demuestre y Puyi le saca la cajita de cerámica con el grillo que le dio su general tuerto el día de su coronación, por eso he dicho antes que esa escena es importante. Esto es reflejo de una interesante evolución en su identidad, al principio se sentía emperador, manchú y chino a partes iguales porque asumía el discurso de sus antepasados de que manchúes y chinos Han son un mismo cuerpo para legitimarse como emperador de toda China; luego, cuando las tropas nacionalistas chinas le expulsan de la ciudad prohibida en 1924 dice sentirse exclusivamente manchú porque "China le ha dado la espalda" y porque los japoneses son los únicos que lo "ayudan", y finalmente, resultado de la reeducación en la prisión, es autónomo como persona, se vuelve a sentir chino y no sólo eso, sino que también es un ferviente comunista maoísta y un ciudadano más. Por esto último, ya no visita la ciudad prohibida como antiguo emperador sino como un turista, un ciudadano, más. En la escena final, vemos a una guía explicar a un grupo de turistas que en la sala de la suprema armonía se coronaba a los emperadores desde Yongle y que el último emperador de China fue Aisin Gioro Puyi, el cual murió en 1967. En su caso, Puyi murió a consecuencia de un cáncer de vejiga ese año. Su última esposa y viuda, Li Shu-Hsien, en 1995 trasladó sus cenizas, ya que fue incinerado, de un cementerio a otro, a 120 km de Pekín, donde yacen junto a algunos de sus antepasados, emperadores Qing, más importantes (Gomà, 2005). Para concluir, aunque la entrada me ha quedado larga y son muchos datos (si me lo pedís, la divido), la película, como película, es un películón y un clásico. Refleja tanto el sentir de Puyi, a medida que va perdiendo su poder, como la Historia de gran parte del siglo XX chino. En líneas generales, la película es muy exacta históricamente; casi todo lo que se cuenta es lo que pasó en realidad. En las escenas donde puede haber fallos, como la verdadera sexualidad de Puyi o su posible implicación en la muerte de la hija ilegítima de su mujer Wang-Jung, no hay consenso entre los historiadores, como ya se ha dicho, y cada uno, incluido el propio Puyi, con base en unos argumentos y fuentes, dice una cosa. Así que esas escenas no están tampoco del todo mal porque hay historiadores que argumentan que pasó lo que sale en la película. La conclusión a la que llegas al ver la película es que, aunque de iure (de derecho) fue el titular, el emperador, él ostentó el título; por eso es el último. De facto, es decir, de hecho, no fue emperador nunca, porque, como al principio era un niño y después pasó todo lo que pasó, no gobernó China nunca. La película fue un peliculón por su vestuario más que por otra cosa. Entre muchos diálogos lentos y planos y sus casi tres horas de duración, se hace algo lenta y pesada. Pero ya digo, en general, es una buena película y, a través de la vida de Puyi, nos permite conocer la Historia y la evolución de China durante gran parte del siglo XX. ¡Hasta la próxima, adiós! Ponedme algo en los comentarios si os ha gustado. REFERENCIAS CONSULTADAS: Bibliografía, Webgrafía y Recursos Multimedia Utilizados
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